Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

Santiago 1:5

Una actitud inteligente que podemos adoptar es vivir de acuerdo con los principios de la Palabra de Dios.

El Espíritu Santo y la Palabra de Dios son fuentes de sabiduría que Dios nos concede.

Aquellos que buscan sinceramente a Dios y desean aprender de Él, adquieren sabiduría y discernimiento.

La sabiduría se manifiesta en una persona pacífica, amable, paciente y con autodominio.

Una actitud sabia produce frutos que glorifican a Dios.

La sabiduría es atractiva para las personas, como se evidencia en la vida de José, Daniel, Samuel, Juan y Pablo. ¿Quién no querría estar cerca de ellos?

Actuar con sabiduría es la mejor forma de dar testimonio de Cristo. A pesar de las dificultades que enfrentamos en la vida, podemos actuar con sabiduría y glorificar a Dios.

Pedirle sabiduría a Dios es una actitud inteligente, y Él la concede generosamente, como lo hizo con Salomón. Dios es la fuente de todo conocimiento.

Acércate a Él y búscalo con diligencia.

Buscando la sabiduría de lo alto

• La Palabra de Dios es la fuente principal de sabiduría. Dedica tiempo cada día para leerla y memorizar algunos versículos.
• Ora y pídele a Dios que te conceda sabiduría. Haz de la sabiduría una de las metas de tus oraciones diarias.
• Permanece alerta. Con cada crecimiento en sabiduría, aumenta nuestra responsabilidad.
• Usa tu sabiduría para guiar a las personas a Cristo. Esa es la mejor forma de aplicar tu conocimiento.