¡Hola, amados! Hoy quiero compartirles una reflexión basada en las palabras de Jesús: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos» (Mateo 19:14).

A menudo, admiramos la capacidad de los niños para vivir el momento, para expresar sus emociones sin reservas y, aunque parezca extraño, para discutir y pelear. Sí, has leído bien. Pero, ¿alguna vez te has detenido a observar cómo, después de esas pequeñas disputas, vuelven a jugar juntos como si nada hubiera pasado?

1. Expresa tus emociones: Al igual que los niños, no tengas miedo de expresar tus emociones. Dios nos hizo seres emocionales, y Él entiende nuestras luchas y alegrías.

2. Aprende a perdonar: Los niños perdonan con facilidad. Después de una pelea, vuelven a ser amigos. Sigamos su ejemplo, practicando el perdón y dejando de lado las ofensas.

3. Vive el momento presente: Los niños no se preocupan demasiado por el pasado o el futuro. Disfruta del presente y confía en que Dios tiene el control de tu futuro.

Oración: Querido Dios, ayúdanos a ser como niños, a expresar nuestras emociones, perdonar rápidamente y vivir en paz. Que podamos aprender a disfrutar el presente y confiar en tu plan perfecto para nuestras vidas. En el nombre de Jesús, amén.

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