alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos

Efesios 1:18

En este versículo, Pablo nos insta a que nuestros ojos espirituales sean iluminados, para que podamos comprender la esperanza a la cual hemos sido llamados por Dios y la gloriosa herencia que nos ha sido otorgada como creyentes.

En nuestra vida diaria, es fácil distraernos y perder de vista la perspectiva eterna. Pero Dios desea que tengamos una comprensión clara de la esperanza que tenemos en Él. Esta esperanza no se basa en las circunstancias cambiantes de este mundo, sino en la promesa segura de la vida eterna y la comunión con Dios.

Además, Pablo nos habla de «las riquezas de la gloria de su herencia en los santos». Como hijos de Dios, tenemos una herencia maravillosa y abundante en Cristo. Somos coherederos con Jesús y compartimos en su gloria. Esta es una realidad asombrosa que a menudo pasamos por alto.

Entonces, ¿cómo podemos tener nuestros ojos espirituales iluminados? A través de la oración, la lectura y meditación de la Palabra de Dios, y el buscar una relación íntima con Él. Es en la comunión con Dios que somos transformados y nuestra perspectiva cambia. Podemos comenzar a comprender la esperanza y la riqueza de nuestra herencia en Cristo.

Hoy, te animo a que busques la iluminación de tu entendimiento a través de la presencia de Dios. Pídele que te revele la esperanza a la cual te ha llamado y que te muestre las maravillosas riquezas de tu herencia en Cristo. Que esta comprensión fortalezca tu fe, renueve tu esperanza y te impulse a vivir una vida plena y significativa en Él.