Hoy quiero hablar contigo acerca del don de misericordia, un don especial que Dios da a algunas personas para mostrar compasión y amor a los demás, especialmente a aquellos que están sufriendo y necesitan ayuda.

En Romanos 12:8, el apóstol Pablo escribió: «El que muestra misericordia, con alegría».

El don de misericordia no se trata solo de sentir compasión por los demás, sino de tomar medidas concretas para ayudar y aliviar el sufrimiento de los demás. La persona que tiene este don es capaz de ver las necesidades de los demás y de actuar de manera amorosa y compasiva para satisfacerlas.

En Mateo 25:35-36, Jesús dijo: «Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron en su casa; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y vinieron a verme».

El don de misericordia es un reflejo del amor de Dios hacia nosotros. Como dice en Efesios 2:4-5: «Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!»

Al mostrar misericordia a los demás, estamos reflejando el amor y la compasión de Dios hacia ellos, y ayudándolos a experimentar el amor de Dios en sus vidas. Es una forma de extender la gracia de Dios a los demás y de construir Su reino aquí en la Tierra.

En resumen, el don de misericordia es un don valioso que Dios nos da para mostrar compasión y amor a los demás. Que el Señor nos conceda la gracia de usar este don con alegría y amor, para satisfacer las necesidades de los demás y para glorificar a Dios.

Amén.