DON DE «AYUDA» – DEVOCIONAL

Hoy quiero compartir contigo acerca del don de ayuda, uno de los dones espirituales que Dios nos da para servir a los demás en el cuerpo de Cristo.
El don de ayuda es un llamado especial de Dios para servir a los demás de manera práctica y concreta, ofreciendo nuestro tiempo, habilidades y recursos para satisfacer sus necesidades. Este don se menciona en 1 Corintios 12:28, donde Pablo habla de los diferentes dones que el Espíritu Santo distribuye en la iglesia, incluyendo el don de ayudar. «Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas».
La ayuda puede tomar muchas formas, como visitar a los enfermos, proveer comida y ropa a los necesitados, ayudar en la limpieza y mantenimiento de la iglesia, o simplemente estar allí para escuchar y apoyar a aquellos que necesitan consuelo y ánimo.
Pero más allá de lo que hagamos, lo importante es que nuestra ayuda sea motivada por el amor y la compasión que tenemos hacia los demás. En Juan 13:34-35, Jesús nos da un mandamiento nuevo: «Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros».
El amor es el motor que impulsa el don de ayuda. Si nuestro servicio no es motivado por el amor, no tendrá ningún valor eterno. Pero si amamos a los demás como Cristo nos amó, nuestro servicio será una expresión concreta de su amor y gracia en el mundo.
En conclusión, el don de ayuda es un llamado especial de Dios para servir a los demás de manera práctica y concreta, motivados por el amor y la compasión que tenemos hacia ellos. Que el Señor nos conceda la gracia y la sabiduría para ser buenos siervos en su reino, y que nuestro servicio sea una manifestación del amor y la gracia de Cristo en el mundo.
Amén.