Hoy quiero compartir contigo acerca del don de creatividad, uno de los dones espirituales que Dios nos da para glorificar su nombre y bendecir a los demás.

La creatividad es una habilidad especial que nos permite ver el mundo de una manera diferente y única, y expresar nuestra visión y emociones de maneras nuevas y originales. Como cristianos, podemos usar este don para crear obras de arte, música, literatura, diseño y muchas otras formas de expresión creativa.

Éxodo 35:31-32 – «Y lo ha llenado de espíritu de Dios, de sabiduría, de entendimiento y de conocimiento, y para hacer diseños de todo tipo y trabajar en oro, plata y bronce, para tallar piedras y para hacer toda clase de artesanías.» Aquí se habla de Bezalel, uno de los artesanos que construyó el tabernáculo en el desierto, y se le describe como lleno del espíritu de Dios y capaz de crear bellas obras de arte.

En Génesis 1:1-2, vemos que Dios mismo es el creador por excelencia, y que creó todo lo que existe de la nada con su palabra y su aliento. Como sus hijos e hijas, somos llamados a seguir su ejemplo y ser creativos en nuestras propias vidas y ministerios. «En el principio creó Dios los cielos y la tierra.  Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas»

Pero más allá de crear cosas hermosas y originales, nuestro objetivo principal debe ser glorificar a Dios a través de nuestra creatividad. En Colosenses 3:23-24, Pablo nos dice: «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís».

La creatividad es un don que debe ser usado para el servicio de Dios y de los demás, no para exaltarnos a nosotros mismos. Debemos buscar siempre la dirección del Espíritu Santo en cómo usamos este don, y ser humildes y agradecidos por la habilidad que Dios nos ha dado.

En conclusión, el don de creatividad es un llamado especial de Dios para glorificar su nombre y bendecir a los demás a través de nuestra habilidad para ver el mundo de manera única y expresarnos de maneras originales. Que el Señor nos conceda la sabiduría y la humildad para usar este don en su servicio y para su gloria.

Amén.