LA SOLEDAD, MALA CONSEJERA – DEVOCIONAL

La soledad es una experiencia humana que puede ser difícil y desafiante. En la Biblia, encontramos varios pasajes que abordan el tema de la soledad y cómo enfrentarla desde una perspectiva espiritual. A continuación, te presento algunas citas bíblicas.
«Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.»
Génesis 2:18
La soledad en la creación de Adán en el Antiguo Testamento. Dios mismo reconoce que la soledad no es buena para el ser humano. Sin embargo, a veces, la soledad puede llevarnos a buscar compañía o consuelo en personas o situaciones equivocadas. La soledad puede hacernos vulnerables a malas influencias o decisiones impulsivas. Por lo tanto, es importante tener cuidado y buscar la ayuda idónea que Dios nos provee en lugar de caer en la trampa de la soledad como consejera equivocada.
«Dios hace habitar en familia a los desamparados; Saca a los cautivos a prosperidad; Mas los rebeldes habitan en tierra seca.»
Salmos 68:6
Dios es un Dios de compañía y restauración. Cuando nos sentimos solos, Dios promete hacernos habitar en familia, lo cual puede significar no sólo relaciones familiares en el sentido literal, sino también relaciones saludables y edificantes con otros creyentes. Sin embargo, cuando rechazamos la compañía y la ayuda que Dios ofrece, podemos caer en la rebeldía y la sequedad espiritual. La soledad como mala consejera nos puede llevar a rechazar la ayuda y la compañía que Dios nos ofrece, lo cual puede tener consecuencias negativas en nuestra vida espiritual y emocional.
«El que se aparta para buscar su deseo, Contra toda sabiduría se entremete.»
Proverbios 18:1
La soledad puede llevarnos a buscar nuestros propios deseos y satisfacciones de manera egoísta, sin tener en cuenta la sabiduría y los consejos de Dios. Nos puede llevar a tomar decisiones precipitadas o a caer en comportamientos autodestructivos. Es importante recordar que la sabiduría y la guía de Dios son fundamentales en nuestra vida, incluso cuando nos sentimos solos. La soledad como mala consejera nos puede alejar de la sabiduría y hacernos caer en malas decisiones.
En resumen, la soledad puede ser una experiencia difícil, pero como creyentes, no estamos solos. Podemos confiar en la presencia constante de Dios en nuestras vidas y buscar su guía y dirección en momentos de soledad. La soledad como mala consejera nos puede llevar a caer en malas decisiones, buscar consuelo en cosas temporales o alejarnos de la sabiduría y los consejos de Dios. Por lo tanto, es importante acercarnos a Dios, confiar en su Palabra y buscar su guía en tiempos de soledad.